Más allá de la originalidad o de la buena salud que gozan, el hecho de adoptar un felino “sin pedigrí”– muchas veces abandonados– es una buena obra que contribuye a desalentar los criaderos ilegales que abusan y desvirtúan las razas.
Sean comunes o de raza, los mininos suelen destacar por su gracia, curiosidad, inteligencia, agilidad, higiene y por cierto aire enigmático.
Beneficios:
- Únicos e irrepetibles.
- Saludables y longevos.
- Cariñosos y agradecidos.
- Es mejor adoptar que comprar.
- Desalientas la cría ilegal.
Recuerda que, adoptes o compres, te estás haciendo responsable del animal.