A lo largo de la vida de nuestro mascota se pueden presentar visitas de carácter obligatorio y, con frecuencia, muy desagradables, Las visitas al veterinario. Por ello, cobra gran importancia que nos esforcemos para que las primeras experiencias sean muy gratificantes, ya que no tendremos una segunda oportunidad de causarle una buena primera impresión, tan importante para ganarnos su colaboración y evitar que establezca asociaciones negativas con este entorno y con nosotros su Veterinario.
¿Qué podemos hacer para preparar a nuestra mascota para que acepte de buen grado las visitas al veterinario?
VISITAS PREVIAS AL VETERINARIO
Visitar con nuestro perro al veterinario en varias ocasiones antes del día D (vacunación). Durante esas visitas haremos todo lo posible por permanecer unos minutos con nuestro perro (cachorro) tranquilo y relajado, para que se habitúe a los olores y ruidos del lugar, deberemos tomarnos nuestro tiempo (consultar previamente con el veterinario y anunciarle nuestras intenciones y fecha de la visita). Podemos acelerar la asociación agradable si logramos que el perro esté cómodo, ofrecerle algún juguete con el que entretenerse o darle alguna golosina suculenta durante su estancia (siempre que se muestre tranquilo y relajado). Eso es todo lo que haremos en esas visitas iniciales, esforzarnos porque establezca una asociación positiva y agradable con el lugar. Si esa primera experiencia es negativa o traumática, hay muchas probabilidades de que el proceso se complique en futuras visitas y que esa asociación negativa llegue a generalizarse (el perro se comporte igual en situaciones similares).
Siempre será de gran ayuda en este proceso la colaboración de los profesionales implicados, que las instalaciones estén bien acondicionadas (limpias y con un olor agradable, por ejemplo, el uso de feromonas comienza a ser conocido en nuestro país).
